Receta de habas con jamón

Probablemente habrás probado o cocinado alguna vez unos buenos guisantes con jamón, un delicioso y saludable plato “de los de toda la vida”. En esta ocasión vamos a preparar una variante muy similar para que la añadas a tu recetario: habas con jamón.

Además, le agregaremos huevo poché, logrando así un resultado contundente que puede servir perfectamente como plato único (eso ya depende del hambre que se tenga).

Las habas: ¿necesariamente tienen que ser frescas?

Lo cierto es que este es un plato que resulta perfecto para hacerlo cuando las habas están en temporada, pero también puede elaborarse perfectamente durante el resto de los meses del año utilizándolas congeladas o en conserva.

Otra opción son las habas de tamaño mini, que resultan todavía más tiernas y quedan muy bien.

Lo más importante a la hora de utilizarlas para este guiso de habas con jamón y huevo poché es cocinarlas hasta asegurarnos de que están tiernas. El sofrito de jamón y cebolleta y el chorrito de alcohol acabarán de darle ese toque especial.

Receta: habas con jamón y huevo poché

Vamos ya con la elaboración de nuestra receta. Por norma general, en unos 45 minutos tendrás tu plato listo.

Ingredientes para las habas con jamón y huevo poché (cantidades para cuatro comensales)

  • Un kilo de habas frescas. También puedes usarlas congeladas o en conserva (en ese caso la cantidad sería medio kilo)
  • Una cebolleta o cebolla
  • 150 gramos de jamón serrano (lo ideal es que pidas que te lo corten en una loncha gruesa)
  • Cuatro huevos medianos. Procura que sean los más frescos posibles, ya que si no se dificultaría bastante su cocinado.
  • Las hierbas que prefieras. El tomillo, el romero y el orégano son algunas de las más utilizadas para este tipo de elaboraciones.
  • Cuarenta mililitros de jerez o brandy
  • Aceite oliva virgen extra
  • Pimienta negra (recién molida)
  • Vinagre (un par de cucharadas soperas)

Elaboración de las habas con jamón y huevo poche

  1. Si has optado por las habas de temporada, sácalas de su vaina. Retira también esa protuberancia que las une a la vaina.
  2. Pela la cebolla (o cebolleta) y córtala muy finita.
  3. Corta el jamón en tacos o tiras (a tu elección)
  4. Echa un chorrito de aceite en una sartén y agrega la cebolla.
  5. Deja que se cocine de cinco a diez minutos a fuego medio.
  6. Cuando veas que la cebolla ya va quedando un poquito transparente y antes de que llegue a dorarse, añade el jamón.
  7. Deja que se cocine todo junto durante unos dos minutos.
  8. Echa ahora las habas y las hierbas que hayas escogido.
  9. Revuelve todo bien y echa el jerez o el brandy.
  10. Justo después de agregar el alcohol, sube el fuego para que se evapore el alcohol (tardará unos dos o tres minutos).
  11. Cuando el alcohol ya esté evaporado echa agua hasta que las habas queden completamente cubiertas.
  12. Deja todo cocinando a fuego suave hasta que veas que las habas estén tiernas y arrugadas y el agua se haya evaporado (calcula unos 20-25 minutos).
  13. Ahora ha llegado el momento de probarlas para ver cómo están de saladas.
  14. Si crees que es necesario, echa sal. Hasta ahora no la hemos añadido porque a veces con el punto salado que les da el jamón es más que suficiente.

Vamos con la elaboración de los huevos poché. Puedes elegir entre hacerlos mientras se cocinan las habas y lo demás o justo antes de servir. Ten en cuenta que siempre es preferible la última opción, pues es cómo mejor quedan:

  1. Pon a calentar a fuego alto un cazo con dos cucharadas de vinagre (llénalo más o menos hasta la mitad). Esta agua será para hacer los huevos.
  2. Cuando el agua esté a punto de hervir retira el cazo del fuego y remueve el agua con una cuchara. Hazlo siguiendo el borde del cazo (haciendo de ese modo una especie de corriente de agua).
  3. Casca el huevo en otro recipiente y échalo en el centro del cazo (gracias a esa corriente previa el huevo quedará adecuadamente apretado en la parte central.)
  4. Deja que el huevo se haga durante unos tres minutos o hasta que veas que la clara está lo suficientemente cuajada. Ten en cuenta que el objetivo es que la yema quede cruda.

Si quieres que quede en un punto intermedio entre poché y cocido, deja el huevo durante unos cuatro minutos. Si quieres que la yema quede chorreando bastará con unos dos minutos y medio.

  1. Saca ahora el huevo con mucho cuidado ayudándote con una cuchara o espumadera.
  2. Repite el proceso con los demás huevos.

Y ya tienes tu plato listo. Además, tiene la ventaja de que está igual de rico tanto recién hecho como templado o frío. Incluso puedes hacerlo con antelación, pues aguanta perfectamente de dos a tres días en la nevera.

Otra opción es congelarlo. Eso sí, en ese caso tendrás que hacer los huevos después, en el momento en el que vayas a comerlo.

Presentación y emplatado

A la hora de emplatar, echa primero los guisantes con jamón en el plato de cada comensal. Pon el huevo encima y espolvorea sobre él un poco de sal y también alguna hierba como tomillo o romero y pimienta (opcional).

No hay duda de que el huevo poché es un excelente acompañamiento en el que puedes untar unas rebanadas de pan que terminarán de redondear el resultado final.