Las salchichas con tomate aportan proteínas de elevado valor biológico y vitamina C principalmente. Aunque en menor medida, también aportan ácido fólico, minerales y fibra.
Para conseguir un menú equilibrado con este segundo plato basta empezar, por ejemplo, por un primer plato de arroz a la cazuela, una ensalada y un yogur natural casero como postre.
- 8 salchichas (habitualmente de cerdo)
- 8 cucharadas de salsa de tomate
Tiempo: 20 minutos
Dificultad: Muy fácil
Coloca las salchichas en una sartén fría y enciende el fuego bajo, tápalas. Al cabo de unos minutos desprenderán algo de grasa y se cocinarán en su propio jugo. Tras unos 10 ó 12 minutos y habiéndoles dado algunas vueltas para dorarlas, añade salsa de tomate. En 5 minutos más tendrás unas salchichas jugosas, si has terminado la cocción con la sartén tapada o con sabor intenso, si evaporas el exceso de agua con la sartén destapada.
Si en el momento de prepararlas no dispones de salsa de tomate como te sugerimos en los consejos de cocina, puedes colocar tomates partidos por la mitad alrededor de las salchichas para que se sofrían. Cuando los sirvas colócalos con la cara cortada hacia arriba.
Esta es una receta sencilla, muy rápida, apta para preparar para una sola persona como para cuando tengas invitados informales. Gusta a mayores y a niños y se le puede dar el toque personal añadiendo diferentes hierbas aromáticas a la salsa de tomate (pimienta negra, perejil, orégano, ajo picado, etc.)
Si quieres que las salchichas queden más tiernas y/o desgrasadas, hiérvelas antes en agua, luego las escurres y las preparas como se indica en la receta. Verás que la diferencia es importante y el resultado es muy bueno.