Panecillos o pan de Viena ¡sanos y ricos!

Como todos los panes, el pan de Viena es rico en hidratos de carbono de absorción lenta. El huevo y la leche le aportan proteínas de origen animal, hierro y calcio respectivamente, la mantequilla aporta grasas saturadas y vitaminas liposolubles A, D y E

El pan de Viena es un pan enriquecido ideal para preparar bocadillos suaves y esponjosos.

Receta del pan de Viena

Si preparas unos deliciosos panecillos de Viena verás la cara de felicidad de todos los tuyos, tienen un sabor excelente. Si además participan los pequeños de la familia, entonces son maravillosos.

• Mezcla en un recipiente 500 g de harina de fuerza tamizada o 480 g de harina común y 20 g de gluten, añade la leche, el azúcar y la levadura.
• Amasa, tapa con un film y deja reposar por 15 minutos.
• Añade un huevo batido, la mantequilla fundida y enfriada de nuevo y la sal.
• Amasa durante unos 15 minutos de manera que consigas una masa homogénea, elástica y que empieza a burbujear.
• Coloca la masa dentro del recipiente y tapa con un film y un paño limpio y deja reposar a temperatura ambiente hasta que doble su volumen. Necesitarán 1 hora aproximadamente.
• Forma 15 bollos redondos sobre la mesada (75 g por unidad) y coloca sobre la bandeja de horno con el fondo engrasado o con un papel de horno.
• Deja reposar en un lugar caliente hasta que doble su volumen, por ejemplo en el horno a 50º C.
• Si quieres bollos brillantes, pinta la superficie con huevo batido. Sin retirar los bollos levados, aumenta la temperatura hasta 200º C y hornea por 20 minutos o hasta que estén dorados; no necesitan precalentado.
• Sácalos y déjalos enfriar sobre una rejilla en lugar bien ventilado.

¿Conoces alguna otra forma de hacer este riquísimo pan de Viena? ¡Compártela con nosotros!