Los alimentos llamados integrales contienen mayor cantidad de fibra alimentaria que los habituales. La fibra no aporta energía pero sí lo hace el resto del alimento por eso no adelgazan.
Los alimentos integrales se diferencian de los habituales en que utilizan harinas con escaso grado de refinamiento mientras que en los otros se utilizan harinas refinadas con escaso contenido en fibra alimentaria. Teniendo en cuenta que la fibra no aporta energía entonces los alimentos que la contienen aportan menos energía a igualdad de peso. Es decir, las galletas integrales contienen menos calorías que las galletas normales. Nada que ver con no engordar o adelgazar pues eso depende del balance energético entre lo que se come y lo que se gasta (ver Por qué engordamos)
La fibra alimentaria es un producto vegetal que por no ser digerible por nuestros enzimas no puede ser absorbido y no aporta energía ni tampoco tiene una función plástica. Pero sí tiene una acción reguladora:
- Aporta volumen sin aportar energía por lo que actua como elemento saciante, útil en una dieta de adelgazamiento.
- Es imprescindible como regulador del tránsito intestinal al aumentar el volumen fecal (fibra soluble) y estimular el peristaltismo intestinal (fibra insoluble).
- Ayuda a regular el nivel de colesterol pues retiene ácidos biliares e impide su retorno por la vía enterohepática. Los ácidos biliares son precursores del colesterol por lo tanto la fibra disminuye el ateroma y la cardiopatía isquémica.
- La fibra dificulta el reflujo gastroesofágico.
- Retiene el reciclaje de los ácidos biliares por lo que descarga trabajo y mejora la litiasis biliar.
- Retrasa la absorción de las sustancias como la glucosa evitando la diabetes tipo 2.
- Evita enfermedades venosas como hemorroides y varices digestivas impidiendo la presión de las heces en la parte final del tracto intestinal .