Es una salsa de tomate básica que se puede utilizar tal cual o rehogándola en la sartén tras haber cocinado albóndigas, bacalao o con jamón para preparar un plato de pasta. El sabor añadido evitará que necesite sal.
Esta salsa de tomate aporta vitamina A y vitamina C, entre otras, minerales y fibra.
En cualquier caso en todos los platos en los que aparece salsa de tomate como ingrediente se puede preparar al momento un sofrito de cebolla y tomate y perejil picadito en la propia cazuela a cocinar o en otra. Menos digestivo pero con un sabor más acentuado.
Ingredientes
- 2 dientes de ajo
- 2 cebollas medianas
- 1 zanahoria grande
- 1 Kg de tomate triturado (enlatado o fresco)
- Ramita de apio (una)
- perejil
- orégano
- 2 cucharadas de aceite
Dificultad: Muy fácil
Para preparar una buena y suave salsa de tomate básica, rehoga en una olla con 2 cucharadas de aceite los ajos y cebollas fileteadas. Luego añade la zanahoria cortada a finas ruedas, la ramita de apio y el tomate triturado, hierve al menos media hora, añade orégano y perejil y tritura bien.
Guarda 1 envase de ¼ litro en la nevera y otros igualmente pequeños en el congelador. Tendrás lista la salsa de tomate para toda la semana.