El jamón ibérico es un alimento muy apreciado y solicitado tanto en España como a nivel internacional, que no puede faltar en la buena cocina mediterránea.
El consumo regular y no excesivo de jamón ibérico de cebo ayuda a mantener una alimentación saludable y rica en nutrientes. Un buen ejemplo lo encontramos en el conocido jamón Legado Ibérico,
Tipos de jamón ibérico
Los cerdos ibéricos constituyen una raza autóctona con características que los hacen únicos. El jamón que se obtiene de estos cerdos puede clasificarse, dependiendo de su alimentación, en tres tipos:
- Ibérico de bellota: Se trata del jamón obtenido de cerdos ibéricos alimentados a base de bellotas. Estos cerdos son criados en amplias dehesas y gracias al ejercicio regular que realizan, a su alimentación y capacidad de infiltrar grasa en el músculo dan por resultado un jamón de altísima calidad.
- Ibérico de cebo: Este delicioso producto proviene de cerdos alimentados con pienso y criados en grandes y cómodas instalaciones.
- Ibérico de campo: Se refiere al jamón que deriva de cerdos alimentados con hierbas, pastos naturales y pienso de gran calidad.
Valores nutricionales del jamón ibérico de cebo
Para nadie son desconocidas las virtudes del jamón ibérico de cebo como plato gourmet. Sin embargo, existen otras características de este producto que no son tan populares para la mayoría de las personas. Este es el caso de sus propiedades nutricionales, algo que lo hace destacar muy por encima de otros tipos de jamones.
Entre las múltiples propiedades del jamón ibérico de cebo nos encontramos con que contiene un potente antioxidante y una gran cantidad de vitamina E. Y, entre otras, 100 gramos de jamón contiene solo 70 mg de colesterol.
¿Es bueno el jamón ibérico para el colesterol?
Como cualquier alimento, el jamón ha de ser consumido de forma moderada y en su justa medida. No obstante, el prejuicio de que el jamón es malo para quienes sufren de una enfermedad cardiovascular tiene los días contados.
Si tienes el nivel del colesterol disparado, lamentablemente habrás de renunciar a este manjar digno de dioses, pero si lo mantienes en niveles controlados puedes incluirlo en tu dieta sin ningún problema. Incluso, ya está comprobado que consumido en su medida justa (entre 40 y 50 gramos diarios), te ayudará a controlar tanto el colesterol bueno como el malo debido a su nivel de ácido oleico.
Un estudio realizado en el Hospital Ramón y Cajal ha revelado que el consumo moderado del jamón ibérico de cebo y de bellota, mejora el estado de los vasos sanguíneos y de la presión arterial. Además de que sus efectos positivos se mantienen durante varias semanas.
Pan y jamón ibérico de cebo: un desayuno saludable
Si quieres tomar un desayuno que ofrezca a tu organismo todos los nutrientes necesarios para iniciar el día, entonces combina el jamón ibérico de cebo con pan, tomate y aceite de oliva virgen extra.
Añade, además, un producto lácteo y una pieza de fruta. Si tienes el colesterol alto, te recomendamos que reemplaces el pan blanco por pan integral o pan de semillas. De esta forma estarás aportando a tu cuerpo proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables.
En definitiva, todas las propiedades del jamón ibérico de cebo o de bellota hacen que se convierta en el producto estrella de la dieta mediterránea. Y siempre que lo consumas sin excesos te ayudará a llevar una vida sana y una dieta equilibrada.