Es aquello que, además de no tener consecuencias negativas sobre el organismo, previene la aparición de la enfermedad cardiovascular.
El estilo de vida cardiosaludable incluye ejercicio físico, alimentación cardiosaludable y dejar de fumar.
La alimentación cardiosaludable se caracteriza por un alto contenido en frutas, aceite de oliva, vegetales en general y pescado, y un menor contenido en grasas saturadas.