Son ácidos grasos indispensables pero no elaborados por el cuerpo y deben obtenerse de los alimentos. El ácido linoleico es el ácido graso esencial más importante, especialmente para el crecimiento y desarrollo de los niños. Los ácidos grasos suministran la materia prima que ayuda a controlar la presión sanguínea, la coagulación, la inflamación y otras funciones corporales. Es esencial también el ácido linolénico.