Los trastornos alimentarios son enfermedades de origen psicológico que se manifiestan como alteraciones patológicas del comportamiento alimentario. La anorexia y la bulimia giran alrededor de la cantidad, la ortorexia se basa en la calidad de los alimentos. Comúnmente los padecen chicas pero actualmente la presencia de estos trastornos está aumentando, en chicos, niñas y mujeres mayores.

La ortorexia nerviosa es también un trastorno alimentario de origen psicológico. Se trata de la obsesión que algunas personas sienten por la comida sana hasta alcanzar un punto patológico.

Es una obsesión que provoca la exclusión de la dieta de los alimentos cultivados con pesticidas o herbicidas pero también excluyen la carne y todos los alimentos que contienen grasa. Prefieren llegar a pasar hambre antes que «intoxicarse» con los alimentos habituales. Toda esta obsesión les lleva, como la mayoría de trastornos psicológicos, a dificultar las relaciones sociales (inicialmente con su entorno más cercano) con tal de evitar exponerse ante cualquier plato de comida o simple refresco. Intentan, además, que otras personas de su entorno sigan su ejemplo.

Esta obsesión lleva fácilmente a tener carencias nutricionales:

  • Anemia.
  • Enfermedades por carencia de vitaminas o minerales.
  • Insuficiencia energética.

Una anorexia puede derivar en algunos casos en una ortorexia.

Un ortoréxico pasa varias horas del día pensando en la dieta sana. Lo que menos le importa es el placer que obtiene de la comida y a medida que aumenta la calidad de la comida disminuye la calidad de vida.